¿Ejerces un rol de liderazgo en tu familia, en tu grupo de amigos o en tu lugar de trabajo?
Si tu respuesta es sí, seguramente reconoces esa sensación de alegría y orgullo por lograr ese cargo; pero también, la gran responsabilidad que implica.
3 Riesgos de ser líder:
1. Perderte a ti mismo por cumplir expectativas. Dejar a un lado lo que disfrutas hacer, lo que te hace reir y conforma tu esencia.
2. Dedicar muy poco tiempo para descansar y cambiar de actividad. Las preocupaciones excesivas pueden llenar tus días de estrés y ansiedad, y afectar tu salud y tus relaciones.
3. Olvidar tus sueños. Este no es el final del camino, aún hay muchos sueños y proyectos que puedes alcanzar.
¿Cómo contrarrestar estos efectos?
1. Aprende a pedir ayuda y a delegar. ¡No todo tienes que hacerlo tú!
2. Planea muy bien, no solo tus reuniones de trabajo, sino también el tiempo para compartir en familia, ir al médico, a terapia o hacer ejercicio.
3. Atrévete a hacer más pausas. Dedica 5 minutos para cambiar de actividad, relajarte un poco y por qué no, recargarte de creatividad.
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